lunes, 1 de junio de 2015

El síndrome de la rana: la metáfora de la conciencia dormida

El filósofo Olivier Clerc en La rana que no sabía que estaba hervida cuenta cómo si lanzamos una rana a un recipiente con agua caliente, el animal salta instintivamente ante lo que siente como una amenaza a su vida. Sin embargo, si la introducimos en una cazuela con agua fría y subimos lentamente la temperatura, se va adaptando insensiblemente a las nuevas circunstancias, al tiempo que va sintiendo un sopor y un cansancio invencibles. Cuando la temperatura es tan alta que resulta letal, la rana, agotada, exhausta, ya no tiene recursos para reaccionar, y muere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario